En la Unión Europea han comenzado las negociaciones para que las empresas también eliminen estos aditivos, aunque la propia Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha asegurado que las pruebas no son suficientes para asegurar que los aditivos causan problemas en algunos niños, y por tanto no hay razones de peso para justificar su censura. No obstante, en algunos estados nórdicos sí está prohibido el uso de cualquier colorante artificial y en Estados Unidos sólo se permiten 9, frente a los 23 autorizados en España.
¿Cuáles son los aditivos 'prohibidos'?
- Amarillo ocaso (E110), presente en mermeladas de albaricoque, galletas y productos de pastelería, así como sopas instantáneas, batido de chocolate o harina para rebozar. Se encuentran en los Doritos de Matutano, la gelatina de limón de la marca Royal y también en los Risketos.
- Azorrubina (E122), en caramelos, helados, pastelería, sopas y platos preparados. También está en la Fanta de Naranja.
- Tartracina (E102) que se encuentra en refrescos en polvo, helados, esencias de frutas, mostaza, jarabes, dulces... entre otros, en la Crema catalana de Royal y en la Gelatina de limón de la misma casa.
- Rojo cochinilla A (E124): gaseosas, jaleas de frutas, dulces.
- E104: gaseosas, budines en polvo, pescado ahumado...
- E129: soda, vino amargo.
El estudio fue realizado en la Universidad de Southampton y sus conclusiones fueron expuestas en septiembre de 2007. Alude por lo menos a siete aditivos de las chucherías como gominolas, helados, batidos, refrescos, bollería, tartas... hasta medicinas infantiles.
Las pruebas se realizaron entre 300 niños cuyos niveles de hiperactividad se midieron antes y después del estudio. Se les dio tres bebidas, una era una mezcla de colorantes y aditivos, otra, una bebida que más o menos coincide con la media de la ingesta diaria de aditivos de un niño de su edad, y la última, un "placebo" sin aditivos. Los investigadores descubrieron que la bebida con el nivel más alto de aditivos provocaba hiperactividad en los niños propensos a serlo. Este hecho perjudica la inteligencia y el comportamiento de los pequeños y en ocasiones ha potenciado los ataques de asma.
Fuente: http://www.soitu.es/soitu/2008/04/10/actualidad/1207837097_727366.html